Otto Müller.
Nació en Liebau (actualmente Lubawka), Polonia, el 16 de
octubre de 1874.
De padre alemán y madre gitana “sinti” (población gitana que habitaba en Europa
en esa época)
Inició su formación como litógrafo en Görlitz y Breslau,
entre 1890 y 1892. Más tarde, de 1894 a 1896, asistió a la Academia de Bellas
Artes de Dresde y posteriormente en la Academia de Bellas Artes de Múnich, a
partir de 1989. En ella, el maestro Franz von Stuck, consideró que era carente
de talento, por lo que abandonó la Academia.
En su obra más temprana, podemos apreciar la influencia
impresionista, sobre todo de Paul Gauguin, de Jugendstil y de los
simbolistas.
En 1908, se establece en Berlín, evolucionado su estilo
hacía el expresionismo.
Por aquella época, se relacionó con Wilhelm Lehmbruck, Rainer Maria Rilke y
Erich Heckel, y en 1910, fue el último artista en incorporarse al movimiento
“Die Brücke”, que había sido fundado en Dresde, por los estudiantes de
arquitectura, Ernst Ludwig Kirchner, Fritz Bleyl, Erich Heckel y Karl
Schmidt Rottluff y que reunía a artistas adscritos al expresionismo.
Perteneció a dicho grupo, hasta su disolución en 1913,
año en el que comenzaron importantes discrepancias entre ellos. También
pertenecieron al grupo, Emil Nolde Max Pechstein, Cuno Amiet el fauvista Kees Van Dongen
Los miembros de “Die Brücke” declararon la guerra a la
tradición decorativa y academicista del arte alemán, desarrollando el primer
expresionismo alemán y que se extendió durante el primer tercio del siglo XX,
trasladándose también a la literatura, el cine, la arquitectura y la música.
Contactó así mismo, con el grupo “Blaue Reiter”.
En el transcurso de la I Guerra Mundial, lucho en el
bando alemán en Francia y en Rusia. Finalizada la contienda, entró como
profesor en la “Akademie der Bildenden Kunste”, en Bresalu, permaneciendo en
ella hasta su muerte. En ella, tuvo como alumnos a Johnny Friedlaender e Isidor
Ascheim.
En 1937, los nazis confiscaron 357 de sus obras que
estaban depositadas en museos alemanes, al ser catalogada su pintura como “arte
degenerado”.
La obra de Mueller, de la que son famosos, sobre todo,
sus desnudos y sus mujeres gitanas. está centrada en la unión humana y la
naturaleza, aplicando con total armonía y simplificación de formas, contornos
de sus figuras y colores, siendo considerado como uno de los pintores alemanes
más líricos; siendo menos desesperanzadores que los de sus compañeros
expresionistas.
Su cuadro, “Dos mujeres sentadas”, podemos verlo en el Museo Thyssen
Bornemisza de Madrid
Murió el 24 de septiembre de 1930.
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